10 ENSAYO
La cuidadora de gansos ensaya la canción que cantará en la boda. Especialmente para conseguir la protección de la trina, cualquiera que sea su poder en el castillo.
Un mirón, enamorado de la cuidadora, que andaba escondido sale corriendo picado por los gansos que le han descubierto
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11 DIÁLOGOS:
(Entre las nubes hace llover de emoción)
Siempre lo supe, esta niña tiene el poder de encantar con su voz, bendita yo además por haberla traido a este reyno. Me encnderé otra vela para agradecrme este magno favor, ya que es además una cuestión política que trasciende los límites terrenos...
(el ensayo termina porque las lágrimas caen sobre los músicos y la dulce niña.La trina grita)
¡¡¡¡¡¡Bis bis bis!!!!!!
Bella niña, qué dulce vuestro canto...
Ojalá el poeta se enamore de vos y os haga muy feliz.
¿Tenéis algunos huevitos para mi desayuno de hoy?
Hasta pronto y seguid cantanto, bella muchacha
(Envuelta en una suave luz de luna)
Vengo otra vez a agradeceros, dulce niña, vuestra canción ha iluminado mi día.
(Desaparece llevando entre sus manos flores, plumas, hierbas y notas musicales)
(escondido tras los árboles)
Voy a aprovechar de mostrarle
a esta niña tan inocente
mis espectaculares pertenecias
vamos a ver qué le parece
la magna ofrenda
sólo espero que grite
lo suficiente
para darme tiempo...
(Sale y se abre el impermeable ante la aterrada dama de los gansos)
Al primer mirón los gansos
lo dejaron picoteado entero
Qué le harán a este
que se luce con tanto esmero
(DLR termina su larga caminata junto a la cabaña y piensa para sí, descansando la mente: "que bella mujer, las de las aves..."
Luego se presenta frente a la hembra, disponiendo el cuerpo de escorzo. Y mientras la saluda reverente, le dice:
- quiero primero agradecer la vuestra invitación y segundo la vuestra belleza...
- sacadme de mi provincial y campestre ingnorancia sureña; qué clave de etiqueta debo vestir para rendir honor a la vuestra fermosura, en la nupcia real..?
(DLR la queda mirando fijamente, mientras parpadea, desvistiéndola con cada batir de la mirada...)
(Un pastorcillo que pasaba por allí
y acierta a escuchar a la Cuidadora,
decide invitarla a un baile en el campo).
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Dulce niña
que con tu belleza
y la melodía de tu voz
a nos todos encantas.
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Te invito, pureza,
a que subas un día siguiendo la vega
hasta la sombra más fresca
del sacro soto del monte.
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Allí a la hora en que duerme la siesta,
puedes bailar haciendo, traviesa, una fiesta,
descalza, con delantal y con falda,
y blusa de holanes y brazaletes, zarcillos…
.
…al ritmo de sones de inmemorial bucolía,
entonados por los cencerros de la boyada,
los caramillos sencillos,
mi zampoña compuesta y mi flauta,
y el viento en las hojas y el agua.
.
y, con algo de suerte...
.
..una vez que la sangre
palpite al galope
tiñendo nuestras mejillas de rojo,
podrás danzar pasos más lentos,
siguiendo con tus caderas
la dulce cadencia
del restallar de unos besos.
.
Si pastorcillo cantemos y bailemos hasta que llegue el día de la fiesta... Después cuando nuestras mejillas ardan de tanto bailar y nuestros labios palpitantes callen ..... Pero ahora bailemos y cantemos.
La cuidadora de gansos ha reconocido al mirón que la esperaba al salir del colegio y le mostraba su vara dispuesta a flagelarla, el mismo que se subía al metro detrás de ella y la arrinconaba para enseñarla su arma poderosa con la que pretendia humillarla, el mismo que agazapado en el portal de su casa la amenazaba cobardemente por la espalda.....y con un chasquido de sus dedos ha ordenado a sus gansos que le despojen de lo que el ufano muestra.
Los gansos no muestran piedad alguna.
¡Por allá también andaba el mirón!
No era sólo a mí a la que seguía
mientras se tranfiguraba
en otros y otros y otros
que la esperaban al bajar de la micro
o al cruzar el parque
mientras me lamentaba por qué
había de ser siempre la elegida.
Ohhhhhhhhh qué increíble, parece que el mirón con abrigo y desnudo debajo instalado a la salida de clases del colegio de monjas es todo un CLASICO.
Lo encuentro increíble.
Parece que en la educación escolar de toda niña debe haber un hombre de abrigo en invierno y verano que muestra su vara con la que seréis medido.